Ingredientes:
2 Calabazas potimarrón
Miel de arroz o azúcar Ron.
1 cebolla
1 o 2 pimientos rojos
2 dientes de ajo
1 cucharada de perejil picado.
200 grs de tofu (puede ser menos. Al gusto)
1 taza de nueces picadas.
2 cucharadas de SHoyu.
Preparación: Lavar bien las calabazas, cortar la parte de arriba a modo de tapa y vaciarlas. Una vez vacías, quitar las semillas y volver a meter la carne en las calabazas. Colocarlas sobre una fuente de horno. Dentro de la calabaza poner una cucharada de miel o dos y un chorrito de licor. Poner al horno hasta que el interior se ablande (unos 10 minutos). Mientras tanto, dorar la cebolla y los ajos picados en aceite. Agregar el pimiento y el tofu desmenuzado. Agregar un par de cucharadas de Shoyu o salsa de soja. Añadir la carne de la calabaza y rehogar. Dejar reposar media hora y añadir las nueces picadas (yo le eché antes a las nueces un poco de pimienta negra). Con la mezcla rellenar la calabaza y poner otros 10 minutillos al horno si vemos que se ha enfriado. Para emplatar, he tostado unas pipas de girasol con Soyu y las he puesto por encima del relleno sobrante y luego he puesto por encima perejil picadito. Por supuesto, ponemos las tapas de las potis encima para que quede mas vistoso. Están superbuenas y llenan muchísimo, y tienen poquitas calorías. A disfrutarlas!!
¿No os encanta el turrón de Jijona de toda la vida? A mí siempre me gustó, pero me resultaba algo empalagoso. Así que con las navidades encima ha sido mi primera conversión de receta tradicional, apta para celíacos, personas a dieta y casi todo el mundo, vaya.
Es bien fácil y el resultado estupendo. Ahí vamos (para dos tabletas):
-Un bote de 450 o 500 gramos de miel de arroz y un par de cucharadas de melaza de cebada.
-La misma cantidad de almendra cruda (ecológica mucho mejor).
-Un poco de canela.
-Ralladura de limón eco.
*Ambos ingredientes se encuentran en herboristerías y tiendas de dietética.
Ponemos las almendras en el horno y las tostamos a temperatura media hasta que se doren un poco. Estad pendientes para que no se quemen.
Con un robot de cocina u otro utensilio a vuestro gusto se muelen las almendras.
En un cazo calentamos un poco la miel a fuego medio-bajo hasta que se quede líquida y le añadimos la canela y la ralladura de limón.Apagamos el fuego y vamos echando poco a poco las almendras y mezclamos bien, mejor con una varilla.
Vertemos en un molde con papel de cocina. Si encontrais un par de ellos con medida de tableta mejor, y si son de madera estupendo, porque los presentáis así directamente. Lo dejamos enfriar a temperatuta ambiente.
Esta es una de esas tentaciones a las que no puedo resistirme, así que tenía claro que tenía que hacer una versión, aunque para ser sinceros, no he cambiado mucho. Sigue siendo una receta calórica, para que nos vamos a engañar, pero harinas y azúcares son más sanos, más adaptados a una receta macrobiótica.
Para ir abriendo boca, así es cómo quedan:
La receta base es una receta de mi madre que a la vez heredó de mi abuela paterna y es una delicia. He tenido suerte esta vez, porque para versionarla he contado con la ayuda de mi madre y mi hermana, que han hecho el asunto mucho más agradable y sobre todo puedo comentar con mucho más detalle las diferencias con la original porque he tenido al lado a la maestra.
Ahí vamos. Necesitamos para 2 docenas:
-Una taza de café pequeña de zumo de naranja eco (del campo de mi cuñado son éstas). La próxima vez la cambiaré por zumo de zanahoria a ver qué tal.
Esta es la medida que hemos usado, una taza setentera de lo más mona:
-Un par de cucharadas de anís (no del estrellado, del otro).
-Cáscara de limón y naranja eco.
-Harina integral a gusto, (yo he usado de trigo sarraceno, pero probaré con espelta y a ver qué se otra se os ocurre).
-Aceite de oliva virgen prensado en frío para freir.
-Como 250 gramos de miel de arroz.
Aquí todos los ingredientes (aunque sobra melaza de kamut y falta aceite de oliva):
Empezamos. Obtenemos el zumo. Por otro lado ponemos a calentar el aceite de girasol con las cáscaras y en anís hasta que se empiezen a dorar los filos de las mondas, que huele a gloria este paso, mmmmm, me encanta. Y lo colamos sobre el zumo:
Y vamos añadiendo la harina muy poco a poco hasta que nos quede una masa que no se pegue al recipiente, un poco elástica (no es fácil explicarlo aquí). Comprobarlo así:
Luego dejamos reposar por lo menos media hora la masa cubierta de un paño limpio en un sitio cálido: al lado de una calefacción por ejemplo, que mantenga el calor (recordad que hemos echado el aceite caliente):
Después llega el momento de dar la forma. Primero hacemos pequeñas bolitas que aplastamos con un rodillo:
Calentamos el aceite no mucho y vamos friendo. Este paso es mejor hacerlo entre dos, porque no es conveniente dejarlos con la forma mucho tiempo que se endurecen y se fríen bastante pronto con lo cual no se da abasto:
Se van poniendo en una bandeja con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Cuando terminamos con esta fase se calienta un poco la miel con un poco de agua(yo he mezclado la miel de arroz con un poco de melaza de kamut pero ese paso no es necesario, es más creo que sobra):
Cuando burbujee (cuidado que no se queme) pasamos todos los pestiños por ella:
Los vamos pasando a un recipiente y dejamos enfriar un poco. ¡Están exquisitos!!!!! Comparados con los originales más crujientes y cuesta un poco más hacer la masa, pero el resultado es estupendo.Probadlos y luego nos contáis.
Esto es lo que comí hace un par de días. Fui una improvisación pero salieron tan buenas que os las pongo para que las disfrutéis. Son un plato completo, así que animaos a hacerlas.
Necesitamos para 4 personas:
-250 gramos de lentejas eco (yo usé las beluga, pero vale también la marrón normal)
-Media taza de algas hiziki.
-Un poco de alga kombu.
-Una cebolla mediana.
-Un par de zanahorias.
-Unos trozos de calabaza.
-Una patata (perfectamente prescindible, la puse porque a mi hija le chiflan).
-Aceite de oliva.
-Sal y salsa de soja (shoyu) para aderezar.
-Un poco de curry.
-Una cucharadita de pimentón dulce.
-Una hoja de laurel.
-Un vaso de cous cous integral.
-Agua.
-Remojamos las lentejas el día anterior con un poco de agua y alga kombu, aunque si se nos ha olvidado no pasa nada, las tendremos que cocer un poco más.
-Media hora antes de empezar ponemos en remojo el alga hiziki también.
Cogemos una olla mediana, le ponemos un poco de aceite de oliva y refreímos un poco la cebolla con un poco de sal. Cuando está doradita la sacamos y la trituramos en la batidora. La devolvemos a la olla . Este paso de tritutarla es también opcional, pero en casa nos gusta así con las lentejas.
Ponemos a trozos la zanahoria y la calabaza y las refreimos un poco también con el laurel. Echamos la hiziki (SIN el agua de remojo, que si no sale muy fuerte)y un chorreón de shoyu y también las lentejas, refreímos un poco más. Echamos un poco de curry (no mucho para que no estén muy fuertes, como un cuarto de cucharadita o un pelín más).
En una sartén pequeñita ponemos un pelín de aceite a calentar. Cuando esté caliente apagamos el fuego y añadimos el pimentón, removemos y echamos al guiso.
Echamos agua para que queden caldositas, subimos el fuego y cuando empiece a hervir bajamos al mínimo y tapamos. Dejamos cocer 40 ó 45 minutos (comprobar que las lentejas estén tiernas). Ahora tenemos dos opciones: o bien dejamos las verduritas como están o las sacamos y las pasamos por la batidora, que es lo que yo hago para que la peque se las coma.
Apagamos el fuego y echamos el cous cous después de lavarlo y tostarlo un poco en una sartén (es como a mí me gusta pero se puede echar lavado sin más). Dejamos reposar 5 minutos para que el cous cous esté en su punto.
Servimos. Están buenísimas.
Pues llevo un tiempo experimentando con el risotto, que siempre me ha encantado. Este que traigo hoy es apto para veganos y he querido hacerlo con quinoa, un cereal proteico que está muy bueno y es bastante rápido de hacer, unos 20 minutos o así. Por supuesto que se todo ecológico preferentemente.
Necesitamos para cuatro personas:
-Un vaso que quinoa
-Un vaso y 3/4 de leche de soja
-Un bloque pequeño de tempeh (a mí me encanta de la marca Natursoy)
-Aceite de oliva y sésamo
-Shoyu o la salsa de soja que tengáis a mano
-Una cebolla grandecita (o un par de puerros)
-2 ó 3 zanahorias en tiras
-Unos cuantos trozos de brócoli (arbolitos, como dice mi hija)
-Unas cuantas habas si es temporada o lo que tengáis por ahí de verdura o frutos (queda ideal con castañas)
-Como sustituto de parmesamo yo puse mochi rallado con un poco de levadura de cerveza desamargada, unos anarcardos tostados y molidos ( o sésamo) y un poco de natto miso (pero podeís inventar vuestra receta propia o comprar un queso vegano si queréis)
-Alga espagueti de mar
-Un poco de curry
-Un chorro generoso de mirin o vino fino o manzanilla
-Cebollino, perejil o algo verde como toque final
El procedimiento es fácil. Por un lado salteamos el tempeh cortado a cuadraditos chicos en una sartén (en la de hierro queda genial) con aceite de sésamo. Cuando esté doradito le añadimos con un pulverizador shoyu. Reservamos.
Por otra parte remojamos el alga en un poco de agua caliente.
Por otra parte refreímos en aceite de oliva las verduras primero y luego la quinoa en la misma olla donde vamos a hacer el cereal y también el alga y el tempeh. Le añadimos un poco de curry , el mirin o vino, un chorro generoso de shoyu y removemos. Luego le echamos la leche de soja y lo ponemos a cocer según las instrucciones del paquete.
Cuando esté listo le añadimos nuestro "queso" y removemos antes de servir.
Hacedlo y me contáis.
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